La vuelta olímpica que empezó en Talara y continuó en Matute.
Agradecer a Marcial Salazar por la entrevista, la cual nos ayudó a realizar
esta crónica.
“Más que la plata en
el fútbol me interesan los títulos, y la dignidad. Si he venido aquí no he
venido por plata, he venido por amor a un equipo, y por ambición a un título
más que por cualquier otra cosa.” JORGE LUIS PINTO.
“El problema es vencer el miedo. En la
pretemporada hicimos un cambio brusco, fue difícil. Al comienzo hasta algunos
querían botar a Pinto. Luego todo tranquilo… el profe era un tremendo
caballero. Se molestaba mucho, pero a los diez minutos estaba riéndose contigo.
Viajábamos con terno. Al comienzo, eso si me molestó un poquito. No sólo en
Libertadores sino también acá. Hasta eso fue otra imagen, yo pienso que fue
algo bueno. Psicológicamente hace que el rival se ponga a pensar un poco.” MARCIAL
SALAZAR.
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Plantel Alianza Lima 1997. Foto: Fútbol profesional Copa Perú y Segunda división.
Arqueros:Christian Del Mar, Francisco Pizarro, Héctor Hernández.
Defensas: José Reyna, Frank Ruíz, Víctor Marulanda, Marcial Salazar, Carlos Basombrío, Walter Machaca, Sandro Baylón, Javier Mosquera, Christian Vásquez. Volantes: Juan Carlos Bazalar, Juan Jayo, Marquinho, Paulo Hinostroza, César Rosales, Marco Valencia, Walter Reyes. Delanteros: David Chevez, Waldir Saenz, Dario Muchotrigo, Marcelo Bujica, Jerry Tamashiro, Pedro García, Roberto Silva. Director Técnico: Jorge Luis Pinto |
Empezaba el año 1997, Alianza iniciaba el conteo del decimonoveno año en el que
no podía salir campeón. La presión de la hinchada era tremenda, las jodas de
quino ya no alcanzaban, la tragedia era más trágica de lo que ya había sido.
Empezaba el décimo año de los caídos, Alianza Lima llenaba estadios casi todas
las fechas, sin embargo no pasaba de eso. Los resultados no habían sido del
todo positivos. El Sporting Cristal era un rival duro de vencer, venía de ser
tricampeón de manera consecutiva; y además estaba siempre el compadre
Universitario que se preparaba para una nueva estrella.
“Última oportunidad de Alianza, allí va
el globo dentro del área y … Gooooool del ’Cholo Sotil’”. Así coreaba Luis
Isuzqui los goles del equipo íntimo en 1978, cuando junto a Sotil, Cubillas,
Cueto, Velásquez, La Rosa, entro otros cracks habían logrado el bicampeonato en
1977 y 1978. Este fue uno de los últimos
goles que había gritado la hinchada blanquiazul en un partido que los llevara a
un título nacional, algo a lo que estaban realmente acostumbrados en la época.
El título número 17 llegaría de esa generación, la que tantas alegrías le dio
al fútbol peruano: también de la mano de Jaime Duarte, Olaechea, Roberto Rojas,
Gonzales Ganoza, Freddy Ravello, entre otros.
Alianza Lima peleó la Copa Libertadores de 1978, en la que se ubicó entre los
seis mejores equipos del continente, quizás la mejor generación aliancista de
la historia, y en consecuencia el mejor desempeño de Alianza en Copa Libertadores.
Posteriormente, la década de los 80s es recordada, además del accidente del
Fokker en el 87, por la sequía de títulos nacionales, y no fue hasta 1997 que
Alianza se volvió a coronar campeón del fútbol peruano después de 19 años de
larga espera.
Lo que le sucedió a esa generación fallecida en el avión fue la catástrofe más
grande del fútbol peruano. Se fue un gran grupo humano, una generación
importante; no sólo para Alianza, sino también para la selección peruana, para
el Perú; porque se ha demostrado desde tiempos remotos hasta la actualidad, que
los jugadores de la selección son en mayoría made in Alianza Lima.
“Han pasado muchos años sin que Alianza
no gane un título nacional, y eso se hace cada vez más complicado cuando uno
juega de local, por la hinchada. Se debe tener un control y un equilibrio
emocional muy fuerte para poder sobrellevar la presión de todo el entorno. Para
ello hay que tener a los jugadores idóneos. Así como pasó el 97,” contaba Marcial
‘el Charapa’ Salazar, lateral izquierdo en el Alianza campeón 1997.
Marcial también habló de la importancia del Director Técnico colombiano Jorge Luis Pinto. “Lo
fue por su capacidad de análisis de partidos, por su disciplina y constante
entrega en los entrenamientos.” El equipo del 1997 complementaba a los que
habían estado anteriormente. Tal es el caso de Waldir, Jayo, Hinostroza, Basombrío
y Salazar. A ese equipo se le sumó el colombiano Víctor Marulanda, Juan Carlos
Bazalar, David Chévez y el brasileño Marquinho, quién volvía a Alianza después
de un periodo en el Puebla de México. Los íntimos se llevaron el Apertura, el
cual lo disputaron con los cerveceros, y luego pelearon el Clausura con la ‘U’
hasta la penúltima fecha.
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Jugadores salen de la mano en un clásico de 1997. Matute Foto: historialblanquiazul |
Era un miércoles. La fecha, un cinco de noviembre del año 1997. Alianza venía
de ser campeón del Apertura, superando nada más y nada menos que al que sería
luego subcampeón de la Copa Libertadores, Sporting Cristal. Se iba a jugar la
penúltima fecha del campeonato Clausura. Alianza dependía de sí mismo. Si
ganaba, y la U empataba o perdía en Pucallpa contra La Loretana, sería campeón.
Los jugadores tenían que jugar el partido correspondiente a la fecha trece(penúltima)
del Clausura ante el Atlético Torino de Talara. Para ese entonces, nunca
Alianza Lima, en tantos años de historia había dado la vuelta olímpica fuera de
Lima.
Alianza Lima sabía que podía dar la vuelta fuera de casa.
El problema fue que era poco probable que el escolta, Universitario, empate o
pierda en Pucallpa contra el colero. Alianza entrenó como era lo normal y salió
a Piura el día lunes para realizar los últimos entrenamientos y concentración. Llegaron
al aeropuerto de Piura e inmediatamente viajaron en bus dos horas para
dirigirse a la ciudad de Talara. Ya allí, los jugadores y cuerpo técnico empezarían
la concentración en el hotel más lujoso de esa ciudad. No hay datos de cuántos
espectadores llegaron ese día al Estadio Campeonísimo de Talara, pero se sabe
que no entran más de 9 mil. Muchos dicen que se vendieron 10 mil entradas y que
afuera del estadio había una multitud esperando celebrar con el campeón. Lo que
se sabe es que esa tarde todos eran hinchas de Alianza, todos unidos para
celebrar un título en dos décadas.
El árbitro del partido fue Don Luis Seminario, y el equipo local Atlético Torino salió de la
siguiente manera: Castro en el arco, Gutiérrez, A. Gonzáles, Carlinho, Becerra,
Duffóo, Guillén, Percy Peña, S. Gonzáles, Abad y Miñán; al mando del DT. W Laya.
Mientras que el equipo del pueblo salió con el 11 que había estado jugando a lo
largo del Torneo Clausura: en el arco Christian Del Mar, la primera línea
defensiva conformada por Marcial Salazar por izquierda, los centrales Walter
Machaca y Frank Ruiz, y por derecha Carlos Basombrío, quién pasaba por su mejor
momento. En la volante estaban José Reyna, Juan Carlos Bazalar, Paulo “el
Churre” Hinostroza, quien era el capitán y Marquinho. La delantera estaba
conformada por: David Chévez y el goleador histórico Waldir Saenz. Jorge Luis
Pinto tendría en la banca de Alianza a: un muy joven Sandro Baylón, a César
Rosales, Marco Valencia, Marcelo Bujica, Darío Muchotrigo y Walter Reyes.
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Equipo titular en el partido en Talara Christian Del Mar, Frank Ruiz,Walter Machaca, José Reyna Bazalar y Marquinho. De rodillas: Waldir Saenz, Basombrío, Chévez, Marcial Salazar y el 'Churre' Hinostroza. Foto: Diario El Bocón. |
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Se abrazan los jugadores ante de empezar el partido contra Torino. Foto: historialblanquiazul |
Arrancaba el partido a la una y media de la tarde en la cálida Talara, horario
en el que en aquella época se podía jugar aún(hoy no se puede jugar en ese
horario en la costa norte peruana debido a reclamos de muchos clubes en los
últimos años por motivos de salud); y de inmediato tras una jugada en el medio
sector de Waldir Saenz, quien iba entrando hacia el arco de Castro, limpió a
tres jugadores y se la pasó a Marquinho quién venía con velocidad por el lado
derecho. Con gran técnica, el brasileño realiza la recepción con un solo toque,
saca el remate y la mete al ángulo derecho del portero… GOOOOOOOOOL de Alianza
Lima. Así como lo gritaba Toño Vargas en la narración del canal 4.
De inmediato otra jugada parecida, pero esta vez de David (también por el
medio) fue abierta a la derecha para que esta vez sea el Churre Hinostroza
quien saque un violento remate al primer palo y termine dentro. Éste fue uno de
los mejores goles del Clausura 1997. El tercero llegaría también en el primer
tiempo, por medio de Juan Carlos Bazalar quien armó un contragolpe, que él
mismo terminó por meterlo en la red tras un centro de Waldir.
La gente se volvía loca porque sabía que a la U no se le estaba dando el
resultado, y además porque lo venía
venir, era el mejor equipo del año. De los pocos que ganan Clausura y Apertura.
Alianza Lima se paseaba en Talara, y el cuarto gol llegaría en el segundo tiempo
gracias a un pase de Bazalar después de una triangulación que dejó solo abierto
a Basombrío por derecha, quien sacó un centro perfecto para el pie de Chévez.
Este último remató pegándole mal a la pelota, ¡No importó cómo le pegó, ese día
entraba todo!
Ya con el partido cuatro a cero a favor de los íntimos, y con el resultado de
la U que empataba en Pucallpa, Alianza ya se sentía campeón. La gente coreaba
en las tribunas Alianza Campeón, y muchos fanáticos sólo esperaban en sus
radios portátiles que se acabe el partido de la U. Todos querían ya celebrar,
gritar, entrar a la cancha. Y así fue; el partido de la U terminó y los
jugadores Marquinho y Waldir, quienes habían sido sustituídos minutos antes, empezaron
a celebrar con la banca de suplentes, recogebolas, cuerpo técnico, periodistas
hinchas y toda la gente que estaba en la cancha. Al partido le quedaban algunos
minutos, pero el árbitro decidió continuarlo. Fue allí donde nuevamente “el
churre” Hinostroza saca un remate de fuera del área que terminó en gol gracias
a un mal movimiento del arquero para recepcionar el balón. La gente estaba
desesperada por entrar a la cancha. A pesar de todo lo que estaba ocurriendo en
el partido, el árbitro no decidía terminarlo. Pasaron unos minutos hasta que se
convenció de que era en vano continuarlo. El Torino estaba siendo humillado por
Alianza Lima Campeón.
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Jugadores de Alianza a la espera del final del segundo tiempo Foto: Diario El Bocón |
El Charapa Salazar contaba que años antes, habían estado dirigiendo
entrenadores como Uribe, Ospina, ‘Chepe’ Torres, y que no se daban los
resultados, a pesar de que el funcionamiento del equipo no era malo.
Seguramente era debido a ese miedo de jugar en Matute y no regalarle la alegría
a esa gente. “El equipo del 97 no era
nuevo. Teníamos un grupo en donde cualquiera podía ser titular. El profe tuvo
una base muy fuerte… Vino con muy buenas enseñanzas. El grupo supo asimilar
rápido. Pinto es el extremo de ser disciplinado, y era la única forma de lograr
el título del 97. Trabajábamos tanto que teníamos que descansar bastante. El
que no se metía en el equipo, no jugaba. Al final eso le sirvió de mucho a
algunos compañeros que continuaron su carrera en el extranjero, y también a mí que
ahora soy Director Técnico.”
Se encontraban unos jóvenes con bastante futuro como Pedro García, Henry “el
pato” Quinteros, Sandro Baylón, Marco Flores y Roberto Silva Pro, quien metió seis
goles ese año. Marcial contó que mucho de lo que son o fueron estos jugadores,
era por lo aprendido de Pinto. “Roberto
Silva es un tipazo, egresado de la Pacífico. Él, más que todo llegó por su
perseverancia y fuerza mental. Técnicamente habían cien mejores que él. Un
ejemplo de perseverancia que siempre les cuento a mis jugadores.”
Un día Roberto Silva le dijo al Charapa: “- Marcial, yo llegaré al primer equipo de
Alianza, vas a ver. Y también llegaré a jugar en la selección, y en el
extranjero. Marcial le responde – Yo sé que sí mi hermano, hasta ahora has
cumplido todo lo prometido. Eres joven, llegarás lejos.”
"Había una buena base de los años anteriores. Esa fue la clave del título. Con algunos que se iban incorporando. Con la llegada del profe pinto el trabajo fue mucho más serio. El Cristal y la U tenían buenos equipos. Al principio fue duro entrar a lo que el profe proponía. Menos mal que se dieron los resultados al comienzo. Sufrimos en la pretemporada en Arequipa. Las exigencias de Pinto me sirvieron mucho como persona. Tuvimos que entrar a la idea técnica-táctica que él quería. En la noche hacíamos Aula... donde íbamos a un salón a ver unas diapositivas. Claro, eran las antiguas porque no existía el Power Point. Lo hacíamos para ver el manejo táctico, y siempre nos hacía preguntas para poder plasmarlo en el campo. Trabajaba todos los aspectos. El tema más difícil de enfrentar era saber manejar esa presión de no salir campeón 18 años. Sabíamos cómo jugar en Matute. La clave fue el trabajo y la disciplina. Todos estaban metalizados en ganar el título. Era definitivamente por la presión que significaba. Sabíamos que iba a ser muy difícil, sin embargo había una pelea por el puesto para poder jugar. Recuerdo que David Chévez terminó siendo titular cuando recién empezaba. Estaban Balán Gonzales, Marquinho Jayo, "el churre", Bazalar y José Reyna entraba. Atrás estaba Basombrío, Marulanda, Frank Ruiz y Walter Machaca. La U jugaba en Pucallpa contra La Loretana, si la U no sacaba un bueno resultado nos coronábamos en el Clausura, es decir campeones nacionales, porque ya habíamos ganado el Apertura. Teníamos mucha fe en que el partido lo íbamos a ganar en Talara. Jugamos bien y ganamos bien. Tuvimos que esperar el resultado de la U"
Marcial contaba que luego de que sonó el silbato final, todo fue una locura. Entraron al camarín. Todo el mundo lloraba. Después de esa celebración fueron al hotel, donde fue el famoso 'piscinazo' en donde se metió hasta el Presidente Alberto Masías. Contaba también con el reconocimiento de la gente:
“Era salir a la calle y todos te reconocían
como campeón. Te lo agradecían. Son las
cosas que hace el fútbol. La gente de cuarenta años para arriba hasta ahora me
lo reconoce, la juventud un poco que no sabe. La fiesta siguió. Regresamos a
Piura. Viajamos en la compañía Fauccet, en un avión inmenso. Un avión que venía
a recogernos. En el avión decía Alianza Campeón 1997, ¡Qué tal detalle!, fue
maravilloso. Cuando llegamos a Lima fue demasiado. No desembarcamos por donde
siempre. Nos sacaron por una base aérea de la FAP porque desde la avenida Fauccet
hasta Matute estaba lleno de gente celebrando”. De vuelta a Lima, Alianza volvió a festejar en su casa, junto a su gente, En Matute. La despedida fue inolvidable, fue otro cinco a cero a favor, pero esta vez la víctima fue el Melgar de Arequipa.
De todos los campeonatos, el hincha aliancista recuerda este título porque fueron casi dos décadas en las que el equipo más tradicional del Perú no podía salir campeón. Dos décadas en las que ademas de la 'tragedia' de no salir campeón, había ocurrido una verdadera tragedia. En esas épocas, el equipo sufrió demasiado en el aspecto futbolístico. Quizás todo se debió a una falta de suerte. son diecinueve años de no ganar un título nacional, había quedado seis veces en segundo lugar, cuatro en tercero y tres en cuarto. En otras palabras había estado en el podio diez veces de las diecinueve posibles. Alianza Lima definitivamente merecía el título de 1997.
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Lágrimas de Pinto y Waldir. Foto: Diario El Bocón |
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Pinto celebra en el estadio Campeonísimo de Talara su primer título como DT Foto: El Comercio |
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El piscnazo
Foto: revista Deporte total |
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Celebración de Bazalar y Marquinho ante la goleada por 5 a 0 ante el Melgar. Foto: alianzalimaysvjodagrone |